Storify permite recoger en un documento (con elementos multimedia) las aportaciones de las personas que interactuan en Twitter bajo un hashtag, comparten sus fotos, referencian webs, videos etc.. en un evento, conferencia o taller. Todo esto teniendo en cuenta que los/as que contribuyen puede estar o no de manera presencial en dichos actos. Compartir las aportaciones de muchos puntos de vista diferentes (de muchas formas de aprender y de variadas perspectivas sobre un mismo tema) y volcar todo esa información en un «block o cuaderno» es una manera de crear conocimiento compartido y, sobre todo, de disponer de un completo «cuadro» que, de manera individual, sería imposible de lograr. La toma de notas tradicional se ve superada, enriquecida por esta nueva manera de hacer. El proceso además de inmediato es sencillo y, con un par de clics, al finalizar la sesión tenemos recogido a modo de crónica lo sucedido, además de una completa biblioteca de referencias (en múltiples formatos) sobre el tema.
Descubrí Storify de la mano de @txiotxio, compañera de berritzegune y aulablogera. Esta es su «canal» de Storify, con interesantes historias para aprender.
Sobre esta aplicación web (y otras aplicaciones de curación de contenidos) tenéis una entrada en el blog e-gela del Departamento de Educación del Pais Vasco.
Podemos usar Storify sin disponer de una cuenta de twitter. Únicamente necesitamos que exista un #hashtag en la jornada o evento y personas que estén tuiteando. Este sería un uso para principiantes que no nos permitiría recoger nuestros pensamientos volcados en tweets ni interactuar con otros asistentes, perdiéndonos ese aprendizaje que se construye mientras participamos activamente.
Por lo tanto, pensemos en abrir una cuenta en twitter y acostumbrémonos a tuitear bajo el hashtag del evento. Al principio nos cuesta cambiar costumbres muy arraigadas y más a quienes nos encanta tomar apuntes pero el producto merece la pena: con las aportaciones de todos construimos un completo y valioso mosaico de aprendizaje.
Al finalizar la sesión, en el buscador de Storify escribimos el hashtg y realizamos la búsqueda. Es la hora de construir la historia. La aplicación nos permite:
- Poner un título.
- Añadir textos y darles un mínimo formato, además de permitir enlazar a webs, referencias…
- Arrastrar los tweets como si fueran imágenes y colocarlos en la historia cronológicamente o con el criterio que queramos.
- En cualquier momento (incluso después de publicado y compartido) podemos añadir contenido: por ejemplo las diapositivas de una ponencia, fotos que se suben después del evento, conclusiones de la jornada, crónicas posteriores en blogs …
- Una vez esté a nuestro gusto la historia, la publicamos. Lo primero que nos ofrece es compartir la historia con lo contribuyentes de la misma; es decir, con aquellas personas cuyos tweets hemos utilizado. También nos muestra el código para insertar en blogs, páginas, etc… y permite compartirlo en las redes sociales. La crónica, por lo tanto, es un documento creado colaborativamente y que nos puede servir a todos los contribuyentes de la misma.
Pensando en la escuela, ¿qué utilidad puede tener este tipo de aplicaciones? Como docente está expuesto
en los anteriores párrafos, ¿y para nuestras clases, para nuestro alumnado?.
Cuando es de vital importancia aprender a gestionar la información (en múltiples formatos) que producimos y la se nos presenta continuamente en la red, aplicaciones como Storify son una herramienta muy válida que nos permite recoger, organizar y publicar un montón de contenido (multi – media) sobre un tópico o tema. Pero además puede ayudarnos a desarrollar otras habilidades muy necesarias actualmente.
- «Busca y selecciona información sobre un tema y la utiliza para realizar una tarea» es un indicador del currículum que se puede trabajar de manera unidireccional y plana (busco por la red con mi único criterio y recopilo) o con pensamiento red (busco tratando de recoger múltiples maneras de pensar ese tema, múltiples perspectivas).
- Podemos potenciar el pensamiento crítico (escuchando o leyendo otras formas de entender un mismo contenido y creando, a partir de ahí, nuestro propio conocimiento). Además se les ayuda a descubrir fuentes fiables en la selección (con criterio) del contenido, a entender la diversidad de las comprensiones de las personas y, sobre todo, a entender que se puede pensar no solo de manera «lineal» sino en forma múltiple, «reticular» (más a modo de mapa mental que de esquema)
- El proceso se realiza de manera digital, con lo que se acostumbran a utilizar variadas formas de presentar la información o el contenido.
- Descubren que pueden existir diferentes fuentes/referentes y comienzan el camino de su propio PLE.
- Avanzan en la comprensión de lenguajes tan válidos o más que el texto para presentar y representar el conocimiento.
- Pueden comenzar a usar esos lenguajes cuando ellos mismos desean construir sus propios mensajes.
Ejemplo de crónica colaborativa: X.Congreso FNCE, en Bilbao.
Tutorial Storify
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